Puente de Piedra una tarde de 1914.



Un trasiego de todo tipo de medios de locomoción de la época, con carros, carretas, carromatos con sus caballerías, gente a caballo, a pie, y no podía faltar el tranvía atravesando el puente. Como testigos mudos que ven pasar semejante trasiego, el entramado de postes de luz y de catenarias del tranvía, las farolas que iluminaban el puente y la cruz que recuerda a Basilio Boggiero, Santiago Sas y el Barón de Warsage. Bajo la arcada central, la arboleda que se refleja en el espejo del Ebro, que se rompe conforme atraviesa el puente.

Publicar un comentario

0 Comentarios