Imagen centrada en el antiguo inmueble de la plaza de Lanuza esquinero
con la calle de San Blas, donde desde 1860 se ubicaba el comercio textil
El Catalán, luego El Pequeño Catalán, precariamente apuntalado y poco
antes de ser derribado. En sus porches, además, se localizaba el festivo
mercadillo de sellos y monedas antiguas y su animada y tradicional
parroquia. Tras el derribo, el comercio textil se reubicó en la plaza
del Justicia, esquina con la calle de la Manifestación, y el mercadillo
filatélico y numismático en otro emplazamiento del entorno.
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